Como cada año acabamos el trimestre con nuestra fiesta especial de despedida al cole y bienvenida a las vacaciones de Navidad. Este año elegimos un pequeño popurrí que hemos estado ensayando con mucha ilusión y con el que hemos disfrutado mucho.
Al final el tiempo no nos acompañó, pero aún en el interior el resultado fue genial y no entiendo porqué en la escuela no bailamos más, jejeje
Os dejo el vídeo con la actuación desde los dos laterales:
Las fotos previas de la mañana
Y una muestra de los primeros ensayos
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lo mejor de todo lo bien que lo hemos pasado!!!!!!!!!!!
El lunes nos visitaron sus Majestades los Reyes Magos de Oriente que venían a recoger nuestras cartas. Es siempre un momento de emoción y una mezcla de conversaciones, hipótesis y elucubraciones divertidas, pero también una buena escusa para leer y escribir de forma significativa y con entusiasmo.
Como cualquier secuencia que se precie en torno a un texto, lo primero es leer y documentarse con los mejores modelos del texto, en este caso concreto la carta.
Es cierto que cada vez escribimos menos cartas convencionales, pero esta en concreto no la dejamos pasar nunca.
Yo ya llevo años pidiendo a los Reyes que me las guarden después de leerlas para poder usarlas después con otras niñas y niños.
Pero si hay una carta que nunca falta en mi repertorio es una "carta literaria" que desde que la leí por primera vez nunca ha dejado de emocionarme y eso que ya he perdido la cuenta de las veces que la he reeleido. Se trata de la "Carta del abuelo a los Reyes Magos" de Juan Farias:
Melchor,
Gaspar y Baltasar. ¿Por qué no he de creerlo, hijo? Un amigo mío
les pidió la Luna reflejada en un charco y se la han traído.
Cuando yo tenía
seis años y era pobre, les pedí un juguete. Me trajeron el mar.
Papá, tan asombrado como yo, dijo: nunca había visto nada tan
grande ni tan divertido.
Otro año, les pedí
otro amigo y así seríamos siete, cinco en la cancha y dos en el
banquillo, por lo que pudiera pasar. Les pedí un amigo de un metro y
mucho de alto, todo un pívot.
Cuando vuelva a ser
niño, a la hora de pedir, en la noche de los prodigios, pediré que
me dejen tener un perro, que a mamá, el día 24 de todos los meses,
aún le queden dos panes en la despensa y que papá vuelva a casa y
sonría.
Cuando sea niño, a
la hora de pedir, pediré que los mapas políticos cambien por las
buenas, que cada uno pueda colorearlos como quiera, con los colores
que más le gusten y que todos quepan en el mismo libro.
Mi padre, hijo,
pedía los vientos de marzo, las lluvias de abril, las amapolas de
junio, ver madurar el trigo y que el alcalde fuese un hombre honrado.
Cuando sea niño, a
la hora de pedir, pediré motivos para cantar contento, que la niña
del pomar vuelva a sonreírme, que nazcas tú, pediré una canción,
una sonrisa y un beso, un amigo y, en todo caso, hijo, un vaso de
buen vino.
Cuando sea niño, a
la hora de pedir, pediré cosas que no se rompen, ni se oxidan, ni
aburren, cosas que se quedan en la memoria, en tanto vuelva a ir de
niño a viejo y para siempre, seguro que por los siglos de los
siglos. Amén.
Esta es la carta que
mi abuelo escribirá a los Reyes Magos cuando vuelva a ser niño.
Siempre me emociona,
y la leo dos veces, la primera, al tirón, la segunda, me voy parando
en los momentos que más me enternecen, por ejemplo, el párrafo de
"los vientos de marzo, las lluvias de abril..." como nieta
de agricultores me devuelve el recuerdo de cómo lloraba mi abuelo
ante una tormenta fuera de temporada que le dejaba con pérdidas
importantes en el sustento de todo el año.
"La luna
reflejada en un charco" y la importancia de dar valor a las
cosas mágicas que suceden a nuestro alrededor sin que seamos capaces
de admirarlas.
Analizamos lo que
papá y mamá hacen para que nosotros seamos felices, tengamos salud,
para conseguirnos la mejor vida posible.
Y al final la
propuesta es que como Juan Farias, nuestra carta de la escuela vaya
cargada de peticiones a los Reyes Magos de cosas que no se rompen, ni
se oxidan, ni aburren y para las que no necesitamos dinero.
Al final nuestras
cartas van cargadas de deseos como estos:
Necesito estar con
mi familia y darnos amor
Quiero que me
traigáis el espacio para mi
Quiero que mi madre
pueda descansar
Os pido mi corazón
con la luna
Ayuda de todo
corazón
Que mi madre haga la
comida bien
Quiero que la gente
se respete
Quiero para mi mami la luna reflejada en el mar
Que no vean los
niños y las niñas tanto la tele
Quiero la felicidad,
la paz, la luna y el agua.
Quiero en la noche
de los regalos conocer el espacio
Que mi padre llegue
antes.
Quiero la luna y el
sol me inspira también.
Que la diabetes para los niños diabéticos desaparezca
Quiero cantar para
mi familia.
Para mis seños un
buen saludo.
Pido la paz para mi
familia
Que nunca haya
guerras
La noche de los
prodigios yo pido la paz y el amor
Quiero la playa par
a mis titos
Que me regaléis ver
a Leonardo da Vinci
Aunque algunos no se resisten a pedir algo más material:
Un viaje en avión a París
e incluso lo argumentan de maravilla:
Quiero todos los regalos, cuando juego me tranquilizo
Al final, lo importante es que intentamos mantener en nuestra infancia la ilusión por un mundo mejor y desde luego lo disfrutaron a tope.
Ayer 16 de Diciembre celebramos en el colegio el "Día de la Lectura en Andalucía" con una sesión de lectura a todas las clases del colegio a cargo de nuestra compañera ya jubilada María José Irigaray, siempre dispuesta a volver al colegio y deleitarnos con actividades relacionadas con la literatura y la biblioteca.
Nos leyó un libro titulado "Cinco días para Navidad" escrito por Gema Sirvent, ilustrado por Sol Ruiz, de la editorial "Mensajero" y de la colección "Lectores sin fronteras, ilustrados"
Narra la historia de una niña, Marta que va a tener unas navidades en las que nadie de su familia puede estar con ella. Pensaba que sería la peor Navidad de su vida, pero cuando llegó Estela...¡Todo cambió!
Además de leer María José nos recomendó otros libros de su maleta mágica cargada de lecturas interesantes y álbumes ilustrados con imágenes que hablan, cuentan y nos hacen soñar.
Un día en que la lectura fue protagonista y nos ayudó a pensar en las cosas verdaderamente importantes de nuestra vida, de camino que nos trajo un poquito de la magia de la Navidad
A finales de noviembre nos tocó elegir la música de entrada y salida del colegio, dentro de nuestro proyecto "Entramos con música", en el que cada dos semanas aproximadamente una clase decide la música que va a sonar para entrar y salir al cole y al recreo.
Además de escogerla, investiga sobre su compositora para que el resto del colegio sepa quién es. Para eso escribimos su biografía y hacemos un panel para la entrada del colegio y además vamos a las clases explicando quién es la autora y las piezas que escuchamos.
Nos "pilló un poco el toro" porque estábamos en plena realización de los textos para el documental de la diabetes, así que echamos mano de la compositora más cercana en esos momentos para nosotros que era Maria Elena Walsh.
¿Porqué la más cercana? porque uno de los textos que estamos usando para nuestras primeras lecturas han sido las canciones infantiles. Las dos últimas han sido "El brujito de Gulubú" y "Manuelita la tortuga" y por eso nos pareció buena idea compartir con el resto del colegio nuestra autora.
Encontramos en internet su biografía y en parejas subrayaron lo que les parecía importante contar al resto del cole.
Entre todos compusimos nuestra reseña biográfica para el panel y la colocamos junto con su foto y la letra de la canción del Brujito de Gulubú.
Después en cada equipo repartimos el texto para contarlo en las otras clases del colegio.
Nuestra biografía quedó así:
MARÍA
ELENA WALSH
María
Elena Walsh nació el 1 de febrero de 1930 en Ramos Mejía y murió
el 10 de enero de 2011 en Buenos Aires.
Fue
escritora, cantautora, dramaturga y compositora argentina.
Con
apenas 17 años escribió el libro de poesía “Otoño
imperdonable”.
Su obra
era tan importante como la de Pinocho ya que revolucionó la poesía
infantil.
Escribía
para niñas y niños, aunque fue también autora de algunas canciones
para adultos.
Leopoldo
Brizuela le dijo que fue la más importante.
Juan
Ramón Jiménez la invitó a Estados Unidos y no lo pasó bien en ese
viaje.
Hacia
1948 formó parte del Movimiento Literario de La Plata.
Se
reúne en torno al sello editorial “Ediciones del Bosque” creado
por Raúl Amaral.
A lo
largo de su vida formó pareja con la folklorista Leda Valladares.
Y os dejamos también la letra del "Brujito de Gulubú":
Había
una vez un bru,
un
brujito que en Gulubú,, a toda la población embrujaba sin ton
ni son. Pero un día llegó el doctor, manejando un
cuatrimotor, ¿Y saben lo que pasó? ¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Estribillo: todas
las brujerías del brujito de gulubú se curaron con la
vacú con la vacuna luna luna lú
La vaca
de Gulubú, no podía decir ni mú. El brujito la embrujó Y
la vaca se enmudeció. Pero entonces llegó el doctor manejando
un cuatrimotor ¿Y saben lo que pasó? ¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Estribillo
Los
chicos eran muy bu, burros todos en Gulubú, se olvidaban la
lección, o sufrían de sarampión. Pero un día llegó el
doctor, manejando un cuatrimotor ¿Y saben lo que pasó? ¿Y
saben lo que pasó?
¿No?
Estribillo
Ha sido
el brujito el ú Uno y único en Gulubú Que lloró, pateó y
mordió Cuando el médico lo pinchó Y después se marchó el
doctor manejando un cuatrimotor ¿Y saben lo que pasó? ¿Y
saben lo que pasó?